Por JM
Si hay una ambición que nadie tiene, es la de perder el estilo. No hay quien, en su agenda y, con deliberación, busque convertirse en un completo desconocido hasta para sí mismo.
La pasión es un empuje indispensable para alcanzar nuestras metas. Sin embargo, esa misma pasión que nos lleva a construir, puede ser nuestra peor enemiga al adueñarse de nuestros actos más reactivos. Una pelea a golpes; insultos que apelan a lo más primario y menos razonable de una persona; desplantes que anuncian a todo volumen que la educación, si se le conoció, ya se olvidó.
Dicen que los modales son como el cero en matemáticas: por sí sólos no valen nada, pero sí le añaden mucho valor a lo demás. Pensemos en lo desagradable que es cuando una persona utiliza el catálogo de los «chin», «pen», «pin» y «pu», para expresar su desacuerdo, malestar o molestia sobre un tema en particular. Es un acto más bien parecido a ladrar. A emitir sonidos sin sentido y sin una garantía mayor que lastimar.
Aunque sería deseable que nadie perdiera los estribos; que todos pudieran expresar lo que sienten y lo que quieren, la realidad es que, todos, en un momento u otro; de una manera u otra, estamos expuestos a reaccionar de forma primaria. Y reaccionar, reclamar o indignarse, nunca será malo. Lo único malo es hacerlo sin estilo.
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Para retardar el encuentro con alguien que te ha sacado de tus casiilas, se puede utilizar una frase del tipo: «Estoy ocupadísimo, luego hablamos». No se trata de que sea una mentira, sino que realmente estarás muy ocupado tranquilizándote para que cuando tengas que enfrentar a la persona y el problema, puedas hacerlo sin que tus sentimientos te desactiven el chip de la educación
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Si temes que tanto tú como la otra persona puedan pasar de una discusión acalorada a algo más subido de tono, cítense en un lugar público y neutral. Así ninguno tiene el control del ambiente y pueden pensar mejor lo que tienen que decirse. ¡Ah!, y preferiblemente escoge tú el lugar y que no sea alguno que frecuentes porque te puede ser incómodo regresar y recordar el evento
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Si te toman por sorpresa con un ataque, antes de contestar, piensa si vale la pena tomarse esa molestia. En verdad, hay veces que la mejor respuesta es «si supiera que entiendes, te explicaría». Simple, llana y lapidaria
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Toma el comentario de quien viene: si es una necedad volver al mismo tema de antes, definitivamente no te desgastes en responder, recuerda que son palabras venenosas que te harán daño sólo en la medida en que tú permitas que eso pase. Si no les das importancia, pierden su efecto, ¡tú tienes el poder sobre ti mismo!
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No grites, sigue hablando en el volumen normal y verás que la persona exaltada no sabe qué hacer y perderá el hilo de sus reclamos
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Evita rodearte de personas que pierdan el estilo cuando se enoja: lo más fácil que hacemos los seres humanos es percibir un detalle y generalizarlo, así que no esperes que no piensen que eres igual que tu amigo/pareja/acompañante si éste no tiene tacto ni educación cuando no está de acuerdo con algo
Esta ha sido mi experiencia. No fue agradable en su momento pero quiero compartir con ustedes lo que he aprendido respecto a esas personas que al gritarme, decirme insultos (o lo que consideran un insulto) o hablar mal de mi, creen que me hacen daño, pero la realidad es que se faltan a sí mismas al respeto y dañan más su propia imagen.
Guarda tu pasión para lo que sí te va a construir un presente como lo quieres y mereces, no te desgastes más de lo necesario con personas desconsideradas.
Espero sus comentarios al respecto, sé que todos tenemos algunas malas experiencias (en carne propia o como víctimas de este tipo de agresión), así que den sus tips para hacer más respetable y creíble la molestia aunque no se manifieste con bestiliadad.
es muy desagradable ver que la gente pierde el estilo. Cabe señalar que entre los efectos del alcohol a algunas personas les pasa que reaccionan con cualquier cosa y lo hacen con pésimo sentido del humor… me tocó ver en una boda al papá de la novia, se le ocurrió correr a los invitados que «según él» estaban borrachos… lo único que logró fue dar de qué hablar sobre la boda de su hija y terminar en mal plan con varias amistades… qué pena!!