Actualmente, es difícil pronosticar el inicio, duración e intensidad de un fenómeno climático, sin embargo, cada año entre julio y agosto, llega la canícula, los 40 días más calurosos del verano en el hemisferio norte. También conocida como sequía intraestival, se caracteriza por que las lluvias disminuyen y al mismo tiempo se registran temperaturas de hasta 45 grados.
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Con temperaturas tan altas, corremos riesgo de sufrir insolación o incluso un golpe de calor. Esto sucede cuando nuestra temperatura corporal sube tanto que supera nuestros propios mecanismos de regulación. Los grupos más vulnerables a sufrir un golpe de calor son personas mayores, menores de edad, personas con capacidades diferentes o gente que realiza actividades al aire libre, exponiéndose al sol por periodos prolongados.
En una fase inicial, los síntomas más habituales de un golpe de calor son: dolor de cabeza, mareos, náuseas e incluso vómitos, pero hay que tener cuidado, ya que, en la siguiente etapa, surgen otros síntomas como: calambres, elevación de la temperatura corporal (en 10-15 minutos puede subir hasta los 40 0 convulsiones, fatiga extrema, alteración de la conciencia o desorientación. Esta ya es una situación de gravedad que exige una reacción inmediata, ya que de lo contrario puede llegar a producirse un colapso.
Cuando se reconocen estos síntomas, lo más conveniente es acudir a un servicio de urgencias. Pero si por cualquier razón esto no fuera posible, hay que seguir los siguientes pasos:
Llevar a la persona afectada a un lugar con sombra, lo más fresco posible. Colocarla en posición semisentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y que pueda entrar aire.
Para reducir la temperatura corporal hay que quitarle algo de ropa o favorecer una corriente de aire con un abanico o air cooler. Utilizar compresas de agua fría en la frente, la nuca, el cuello y otras partes del cuerpo.
También debe beber agua fresca (le ayudará a bajar la temperatura corporal) para rehidratarse,
pero debe hacerlo a pequeños sorbos y no de golpe, pues esto empeoraría su estado.
Una vez que haya mejorado su estado, hay que acompañar a la persona a un servicio médico de urgencias para someterla a una revisión exhaustiva y posteriormente a un estrecho seguimiento médico durante algunos días.
Si no se recupera o incluso llega a perder el conocimiento, hay que tumbarla con las piernas flexionadas y llamar inmediatamente a urgencias.
La Secretaria de Protección Civil recomienda tomar algunas medidas para evitar un golpe de calor,
también llamada hipertermia
Mantenerte muy bien hidratado debido a que las temperaturas pueden alcanzar hasta los 45°
grados centígrados. Aunque no se tenga sed, dar sorbos pequeños al agua fresca.
Salir a la calle sólo en casos necesarios. Evitar realizar actividades físicas en lugares abiertos en las horas más calurosas del día.
Utilizar ropa fresca y de colores claros.
Usar bloqueador solar, mínimo de SPF 30. Reaplica cada 2-3 horas.
Para mantener un ambiente fresco puedes usar un enfriador de aire o air cooler (los de Honeywell son excelente opción. Utilizan la evaporación natural del agua para refrescar el ambiente. Estos equipos no requieren instalaciones complicadas ni costosas). Los más prácticos son los portátiles y porque puedes llevarlo de una habitación a otra.
Es importante que siempre que presentes alguno de estos síntomas o veas que una persona los padece, acudas a los servicios de salud, para que un experto médico evalúe y diagnostique de manera correcta.
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