Cuando en tu ciudad el verano es sinónimo de tormentas y clima casi otoñal, a veces un trago como este ayuda a conectar con el verano interior (o el de la playa).
El verano pasado viajé a París, Francia para visitar a mi hermana y su familia. Viven en un apartamento increíble que no podría ser más europeo incluso intentándolo: Sin aire acondicionado, pero con pisos de madera, una cocina pequeña y un aún más pequeño balcón que mira hacia la calle y en el que acomodaron apenas justas una mesa y dos sillas.
Ahí estaba yo, sudando y sintiéndome abrumada por las altas temperaturas y la humedad, cuando mi hermana me dice: «Dame cinco minutos para preparar el mejor aperitivo para refrescarse. Y lo vamos a tomar en el balcón, que es perfecto para este trago.»
La vi desaparecer en la cocina y, en efecto, menos de 5 minutos después apareció con dos copas llenas de un líquido naranja brillante, de aspecto aterciopelado y con aromas herbales y cítricos. Y fue la respuesta más simplemente perfecta para lidiar con el clima caluroso y arrancar la noche al estilo parisino.
Aquí está la receta original del «Tres, dos, uno: Spritz!»
3 medidas de vino Prosseco
2 medidas de licor de Aperol
1 medida de agua de soda*
Hielo y una rodaja de naranja
Instrucciones:
- Añade hielo al vaso o copa.
- Sirve el Prosecco, luego el Aperol y añade finalmente la medida del agua de soda.
- Decora con la rodaja de naranja
Servir los ingredientes en este orden evita que el Aperol se vaya al fondo del vaso.
*Nota: Mi hermana prefiere sustituir el agua de soda con una medida de refresco de lima-limón (regular o sin calorías) para suavizar el gusto naturalmente amargo de las hierbas que contiene el Aperol. Pero no hace el trago más dulce.
Ahora, mi esposo y yo tomamos Spritz hechos en casa de vez en cuando, disfrutándolo en nuestro balcón durante los días de verano. También es un coctel que nos gusta ofrecer a las visitas, pues al ser tan original en sabor y tan colorido a la vista, siempre genera comentarios de parte de nuestros invitados.
¿Lista para probarlo?
¡Salud!
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